martes, 18 de septiembre de 2007

El regreso I


"Oh, soledad! ¡Patria mía! ¡He vivido mucho tiempo salvaje en salvajes paíases extraños para no volver a ti con lágrimas en los ojos!
Ahora amenázame con el dedo como una madre, sonríeme como sonríe una madre, y di tan sólo: "¿Quién ere el que se escapó en otro tiempo de mi lado como un torbellino? ¿El que al escaparse exclamó: Harto tiempo hice compañía a la soledad; entonces olvidé el silencio? ¿Es eso, sin duda, lo que has aprendido ahora?
¡Oh Zaratostra! Lo sé todo; y sé que tú, único te sentías abandonado entre la multitud que lo estuviste jamás conmigo."
Una cosa es el abandono y otra la soledad: ¡eso es lo que has aprendido ahora! Y entre los hombres serás siempre salvaje y extraño - salvaje y extraño - aun cuando te amen; porque ¡ante todo quieren que se les guarde consideraciones!
Pero aquí estás en tu patria y en tu casa; aquí puedes decirlo todo y explayarte completamente; aquí nadie se avergüenza de los sentimiento ocultos y tenaces.



Friedrich Nietzsche - Así Habló Zaratustra

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